Estar bien emocionalmente

La posibilidad de sufrir accidentes depende, especialmente, de las condiciones emocionales y las actitudes al conducir.

Algunas personas piensan que una vez que se aprendió a conducir y se tienen años de experiencia en su haber, ya se es un conductor seguro. Sin embargo, no siempre es así. Es cierto que la experiencia de horas al volante aumenta la destreza y ayuda a conducir mejor. De hecho, en los primeros cuatro años de conducción las personas tienden a sufrir más choques que en los años posteriores. Sin embargo, también los conductores experimentados sufren graves accidentes.
Todo el proceso de la conducción, mientras el conductor atiende selectivamente a la situación del tránsito, la manera en que la percibe, el modo en que interpreta y juzga los hechos, hasta cuando decide cómo actuar y actúa, se encuentran influidos por su personalidad, el estado emocional, la autoconfianza, las preocupaciones, sus actitudes frente al riesgo, etc.
Por ello es importante reconocer en uno mismo, aquellas situaciones vitales, o circunstancias, que pueden, por razones emocionales, perjudicar un desempeño seguro en el tránsito. Y también estar atento para detectar estos problemas en los comportamientos problemáticos de los demás usuarios de la vía, para actuar en consecuencia y evitar accidentes.


Conductores agresivos

Muchas veces los conductores inmaduros o agresivos se cruzan en nuestro camino y pueden ser la causa de un accidente que nos involucre.

Estar preparado para reaccionar adecuadamente puede evitarlo. Algunos consejos:

  • No provoque. Ya sea, encerrando al sobrepasar, circulando más despacio por el carril izquierdo, pegándose atrás de un vehículo o haciendo gestos obscenos.
  • No se enganche. Un conductor enojado no puede empezar una pelea a menos que el otro se enganche. Usted puede protegerse de los conductores furiosos evitando enojarse con ellos. No responda a una provocación. No lo provoque con la mirada. Si piensa que el otro conductor lo está siguiendo o intentando comenzar una pelea, pida ayuda, deteniéndose en un sitio con gente.
  • Ponga distancia. Dele a los conductores enojados mucho espacio en el camino.
  • No lo tome como algo personal. Manténgase sereno y no tome las acciones de los otros conductores como algo personal contra usted. Piense que el otro puede tener algún problema serio, que lo motiva a esa acción.
  • No compita con los demás conductores. Usted no necesita demostrarle a nadie su valor o su razón. Su mayor éxito consiste en llegar a destino sano y salvo.
  • Procure mantener la calma.