«Está Muelle y luego todo lo demás»: el grafiti sale a subasta

Entre figuras de sabios orientales, deidades egipcias, pinturas de siglos pasados y relojes de estilo Luis XV aparecen unas obras muy coloridas. Se trata de los grafitis de Muelle, que ahora son bocetos de papel que se subastan en la casa de arte Durán con la firma que hizo Juan Carlos Argüello en las paredes madrileñas.

Referente para unos, pionero para otros, su figura sigue dando que hablar 26 años después de que estampara su firma en los muros de la capital. La familia, en concreto su hermano, ha tratado por todos los medios de preservar su obra. Su marca se registró en 1985, debido a la posible mercantilización de una obra que había creado con un estilo y moral que se basaban en el lema “una firma que no genere gasto”. La mala suerte ha hecho que muchos de estos grafitis, al estar estampados en paredes de edificios, acabaron destrozados en el suelo junto a los ladrillos que los habían alojado.

Ahora, y gracias a la influencia de Consuelo Durán, directora de la casa de arte y subastas Durán, algunos de estos bocetos han salido a subasta, ya que su intención es “conocer a Muelle desde su faceta de artista, no solo de ser pionero del grafiti en España”. “Fue el primero, y coincide en la época en la que comienza el grafiti en Nueva York” y añade que “de una forma independiente, Muelle está haciendo lo que se hace en Nueva York”. Fue la directora de Durán la que convenció al hermano de Muelle, Fernando Argüelles, de que los bocetos del artista podían ser subastados como primer paso a una posible exposición en un museo. Pero por ahora ninguno ha mostrado interés en exponer las obras del que fuera primer grafitero de España.

Para Durán “el valor cultural es muy importante, y además es histórico, Muelle es un referente en el panorama artístico”. De la misma opinión es Fernando Argüello, hermano del grafitero, para quien el valor cultural “para mí y para mucha gente es muy alto, me ha sorprendido la subasta porque no esperaba que tuviera tanta expectación”.

Su hermano incide en la importancia que tuvo Muelle para las generaciones posteriores. “A raíz de que el fuera el primero, con el paso de los años influyó en todos los grafiteros que empezaron a pintar. Él se antepuso 5 o 6 años antes, y luego ya vinieron otras generaciones con otro tipo de dibujos, pero no hacían lo mismo que él”, comenta.

También en su estilo fue referente. Flechero, que significa que el grafiti acaba con una flecha. «Un auténtico estilo flechero en la escena madrileña» según sus admiradores. En ese momento, era único, y los que lo siguieron estaban influidos por el hip hop, por lo que sus dibujos no eran flecheros. Además, Muelle formó parte de la escena musical, ya que tocaba la batería en un grupo punk, llamado Salida de Emergencia.

SUBASTA

La subasta de los bocetos con la firma de Muelle reunió en Durán a entusiastas de su obra, incluso con público de pie, y pujas tanto en sala como por teléfono y web. En total han sido 15 piezas, con un precio de salida de entre 1.500 las más pequeñas y 6.000 euros las dos más grandes, una de las cuales ha conseguido la puja más alta, 17.000 euros.

Como si de una película se tratase, las pujas se sucedían, pisándose entre ellas en los cuadros más demandados. Los pujadores están al teléfono, por la web y en la sala, atentos a la evolución de las ofertas. Desde la primera obra que salió a subasta se intuía que iba a estar reñida e iban a superar con creces su precio de inicio. Solo una se quedó sin vender, una de las más abstractas y en la que no consta la firma de Muelle. Los compradores respondían a todos los perfiles. Y en medio de la sala, sentado y grabando todo el proceso, el hermano de Muelle, sorprendido de que las obras se estuvieran vendiendo con tanta facilidad y con tan elevado precio.

El comprador de la última obra, el lote 249, que prefiere mantenerse en el anonimato, pagó 17.000 euros por la pieza, la más demandada y la que reunió las mayores pujas. En declaraciones exclusivas a MERCA2, comentó que su intención no es especular con la obra, sino que la compra va a parar a una fundación que creará una muestra sobre el arte callejero, juntando obras de diferentes grafiteros y expresiones de esta cultura popular.

Otro de los compradores, declaró que “después de tantos años que Muelle tenga este reconocimiento es algo muy bueno”. Para este hombre, adquirir esta pieza “es algo muy sentimental” y confiesa sentir nostalgia por esta época que vivió y en la que “veía las firmas de Muelle en las paredes”. Para él, “este es el camino a seguir”, ya que “está Muelle y luego lo demás”.

Jaime O
Jaime O
Redactor de economía y empresas especializado en Construcción, Inmobiliario y Transporte
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