La fuerte crecida del Ebro se desplaza por Aragón

La crecida del Ebro, originada por las lluvias de las últimas semanas y el deshielo, avanza por Aragón y llega ya a Zaragoza.

Fuente: Twitter/ Eneko Arrondo @BIOEAF

Roberto Granda

Roberto Granda

Durante estas últimas horas, y después de haber anegado Navarra, La Rioja y partes de Aragón, el pico de la crecida en el Ebro ha superado Zaragoza. Allí la altura de la lámina de agua que ha alcanzado los 5.52 metros según los datos de la confederación hidrográfica. A estas horas el pico de la crecida comienza a sobrepasar Pina de Ebro y Villafranca.

VÍDEO: IMÁGENES DE DRON DE LAS ZONAS MÁS AFECTADAS POR LA CRECIDA DEL EBRO

La crecida del Ebro ha recorrido Aragón

En Zaragoza el pico de la crecida se alcanzó en la tarde de ayer martes, con un caudal de 2118 m3/s y una altura de 5.52 metros. Esto supone que la crecida superó a la del 2018, pero no a la de 2015. Esta última crecida fue la más relevante. Entonces el río superó los 2450 m3/s y los 6.1 metros de altura, inundando zonas de la capital aragonesa.

A estas horas el río por la ciudad discurre con un caudal de 1911 m3/s y una altura de 5.11 metros, con tendencia descendente. Por donde la crecida ya ha superado su pico aguas arriba, las imágenes de campos anegados, carreteras cortadas y municipios prácticamente aislados son la tónica. Aguas abajo de la capital aragonesa los daños parecen estar siendo menores, pero también de cierta entidad.

Crecida-Ebro-Copernicus

Los daños son especialmente notables en zonas de cultivo, que se encuentran situadas en los márgenes del río. A su vez, las inundaciones también afectan a los núcleos urbanos más recientes de algunos municipios, siendo los impactos de menor entidad en zonas en los cascos históricos.

Actualmente, las medidas de prevención para evitar daños mayores se concentran aguas abajo de Zaragoza. Allí se espera que la punta de la crecida se desplace durante el día de hoy. Si bien parece que la crecida en general no es mayor que la del 2015, los daños sí están siendo algo más considerables en algunas zonas.

Como curiosidad, cabe destacar que la actual crecida del río es apreciable desde los satélites. Esto se debe a que la lámina de agua es relevante, y las inundaciones abarcan en algunos tramos importantes extensiones de terreno. Esto hace que quede por tanto reflejada su presencia en las capturas de los satélites.

En resumen, la crecida del Ebro es extraordinaria y está provocando importantes perjuicios. Durante las próximas horas y la jornada de mañana se espera que llegue al Bajo Aragón-Caspe, y que continúe aportando importantes cantidades de agua al embalse de Mequinenza.

¿A qué se debe esta crecida tan fuerte del Ebro?

La última borrasca Barra tuvo una cierta influencia con el paso de sistemas frontales, pero no ha sido la única causa. La raíz de las precipitaciones y su persistencia se encuentra sobre todo en la disposición del anticiclón atlántico, inclinado. Esto ha permitido una incidencia persistente de vientos del norte-noroeste sobre la cornisa Cantábrica.

Esta configuración implica grandes acumulados de precipitación en el tercio norte del país. Además, un río atmosférico llegó desde el Caribe hasta el Cantábrico en los últimos días del episodio de lluvias, suponiendo un aporte extra de humedad y favoreciendo las lluvias copiosas.

El motivo de la crecida del Ebro es la suma de dos factores claros: precipitaciones intensas y persistentes y deshielo. Las primeras venían dándose desde noviembre, y en muchas zonas de la cuenca alta del Ebro ha estado lloviendo durante más de 20 días sin parar. Los acumulados de precipitación superaron los 300 y 400 mm en amplias zonas en unos pocos días, lo cual es una cantidad muy elevada.

Cabe destacar que también se han dado nevadas a lo largo de las últimas semanas que han acumulado importantes espesores de nieve incluso en cotas medias y bajas, además de en las cordilleras. La última nevada fue sucedida por una subida de temperaturas considerable y precipitaciones muy abundantes con viento, provocando estos tres factores un rápido deshielo de la nieve. Esta situación ha supuesto un inmenso aporte de agua al Ebro y sus afluentes, que es lo que ha llevado a la crecida y las inundaciones.