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Con parque Tic Toc Chile rescata las ballenas azules

Judit Alonso
13 de julio de 2022

El nuevo parque, que concentra el 10% de la población mundial de ballenas azules, muestra la convicción del nuevo gobierno chileno de apostar por la conservación y protección del medio ambiente.

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Una ballena azul en el nuevo Parque marino Tic Toc - Corcovado
Una ballena azul en el nuevo Parque marino Tic Toc - Corcovado Imagen: VW Pics/Zuma/picture alliance

“Para el gobierno ecológico del presidente Gabriel Boric proteger la naturaleza y sus ecosistemas es una prioridad. La creación del parque marino Tic Toc - Golfo Corcovado nos ayudará a eso”, asegura a DW Maisa Rojas, ministra de Medio Ambiente de Chile.

Ubicado en el sur de Chile, al inicio del Golfo Corcovado, esta área concentra cerca del 10% de la población mundial de ballenas azules. “Una de sus poblaciones migra desde la Antártica al Trópico en el Pacífico Sudeste y pasa todas las temporadas por la zona de este nuevo parque marino”, explica Rojas.

El anuncio de la creación de esta nueva área protegida se llevó a cabo en el marco de la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas que se celebró el pasado mes de junio en Lisboa (Portugal).  Para Maximiliano Bello, asesor ejecutivo de Políticas Públicas del Océano de la organización Mission Blue, la creación de esta nueva área “demuestra el liderazgo constante efectivo de Chile en la conservación marina mundial”. “Cuando ya ha superado de lejos la barrera del 30 % de protección, número mínimo que los científicos han indicado de protección para el océano, Chile demuestra hoy que no es suficiente quedarse ni en el 30 % ni en el 43 %”, apunta a DW. 

De este modo, destaca el papel que ha tenido el país sudamericano en la creación de áreas protegidas marinas en la región. “Chile puso la vara muy alta, y le han seguido países como Panamá, Colombia, Ecuador, Costa Rica, México, Brasil, Argentina”, detalla recordando que “ tal como pudimos ver en Lisboa, muchos otros países más de la región se encuentran a puertas de seguir aumentando esta protección”. Por este motivo, avanza que “América Latina podría ser el primer continente que alcance el 30 % mínimo de protección marina en los próximos años”.

Reivindicación científica

A pesar de dicho avance, la demanda de protección de esta área es histórica y llega con décadas de retraso. “Son varios los pasos, gestiones y lucha que han llevado a investigadores y científicos a más de 10 años para dar en la creación de este parque marino”, recuerda a DW Paola Hernández, bióloga marina del Instituto de Ecología y Biodiversidad de Chile. 

De este modo, explica que “uno de los factores que gatilló la creación de este parque marino fue la identificación de esta zona como área alimentación de la ballena azul y la importancia de corredor migratorio para las ballenas y muchas otras especies”. 

En este sentido, Rojas apunta a este tipo de iniciativas como una de las líneas a seguir durante este mandato. “La ecorregión chiloense tiene pocas y pequeñas áreas marinas protegidas, que en total no aportan más de una protección del 1% de su superficie. Nuestra meta es proteger como área marina protegidas al menos el 10% de las ecorregiones de Chile continental, desde la chiloense donde está el parque marino Tic Toc hacia el norte,hasta la frontera con Perú", avanza.

La creación del parque marino forma parte de la iniciativa del Corredor del Pacífico, que se enmarca en la declaración de la Coalición ‘Américas por la Protección del Océano’. Se trata de una propuesta del gobierno chileno con la que quiere que afrontar la crisis climática, la pérdida de la biodiversidad y el deterioro de los océanos. “Pretende conectar las especies, como la ballena azul y otras en un corredor que va desde Alaska hasta la Patagonia”, detalla Rojas que añade que “además conectará a las áreas marinas protegidas de la región en una red interhemisférica de conservación del mar”. 

Esta iniciativa ha sido puesta en marcha recientemente por los gobiernos de Chile y Canadá, que serán los responsables de elaborar un plan de trabajo de dos años de duración que tiene que aprobarse por el resto de países implicados, a finales de este año. 

(jov)