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Rusia mantendrá cerrado el grifo del gas hasta que Europa levante las sanciones

El Kremlin achaca a las restricciones impuestas por la UE que Gazprom no pueda resolver los supuestos problemas técnicos surgidos en el gasoducto.

Tuberías en las instalaciones del gasoducto Nord Stream 1 en Lubmin.
Tuberías en las instalaciones del gasoducto Nord Stream 1 en Lubmin.

El Kremlin ha confirmado lo que era un secreto a voces, que no reanudará el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream. Rusia cierra así de forma indefinida uno de los grifos principales de gas hacia territorio europeo. Por lo menos, no lo volverá a abrir hasta que la Unión Europa levante las sanciones que ha ido imponiendo a Rusia a raíz de su invasión a Ucrania, o por lo menos las que afectan a la industria gasista.

Rusia ejecutó este viernes la suspensión indefinida del suministro de gas a Europa a través del Nord Stream por una supuesta fuga de aceite, y redobló el pulso con el Viejo Continente de cara al invierno, justo cuando Occidente promueve medidas para poner topes a los precios del petróleo y gas rusos.

Dmitri Peskov: "Debido a las sanciones, estas posibilidades han desaparecido"

El portavoz de Vladimir Putin, Dmitri Peskov, ha asegurado este lunes  que "los problemas con el bombeo surgieron debido a las sanciones impuestas en contra de nuestro país y en contra de una serie de compañías por parte de los estados occidentales, incluyendo a Alemania y el Reino Unido. No hay otros motivos que generen problemas para el bombeo".

Peskov ha señalado que "solo queda operativa una turbina y con fallas, con roturas, lo cual conduce al cese del bombeo" y ha reclamado a la UE que levante las sanciones: "Teniendo en cuenta que las sanciones se mantienen, que generan un desorden jurídico y práctico absoluto en todo lo relacionado con el servicio técnico de todos los equipos e instalaciones, pues por ahora solo queda confiar en que se podrá poner en marcha esa única turbina", añadió.

El gasoducto operaba desde finales de julio solo al 20% de su capacidad o lo que es lo mismo, transportaba 33 millones de metros cúbicos diarios a Europa, pero aún podía contribuir a llenar las reservas de gas del Viejo Continente.

Ahora el gas llega a Europa únicamente a través de Ucrania, pero también de forma reducida por la operación bélica rusa en ese país (42 millones de metros cúbicos diarios), y por Turquía.

La reducción que Rusia venía aplicando al suministro de gas hacia Europa desde que comenzó la guerra hace poco más de medio año ha disparado los precios de ese combustible en más de un 400% respecto a los del año pasado, lo que ha repercutido también en unos elevadísimos costes de la electricidad en este continente.

Disputas técnicas

A Gazprom, que controla la infraestructura que conecta Rusia con Alemania por debajo del mar Báltico, poco le importó que la Unión Europea (UE) tachara de "falacia" el argumento esgrimido para justificar el corte del Nord Stream.

Tampoco que la empresa alemana Siemens Energy, fabricante de la turbina afectada por la supuesta fuga en la estación compresora de Portovaya, la única aún en funcionamiento, dijera que eso no era un motivo para detener el suministro.

Según Gazprom, el Servicio Federal de Supervisión Técnica de Rusia (Rostejnadzor) advirtió de que el problema detectado no permitía garantizar la explotación segura de la turbina.

Indicó que representantes de Siemens verificaron la presencia del fallo y que la eliminación completa de la fuga "solo es posible" en un taller especializado de la compañía, como ocurrió recientemente con otro motor que fue reparado en Canadá, pero que aún no ha llegado de vuelta de Alemania a Rusia.

Siemens respondió de inmediato que la fuga "no constituye una razón técnica para detener el funcionamiento" del Nord Stream

La empresa alemana respondió de inmediato que la fuga "no constituye una razón técnica para detener el funcionamiento" del Nord Stream, ya que puede ser sellada "in situ". La Agencia Federal de Redes de Alemania coincidió en subrayar que "las deficiencias alegadas no constituyen técnicamente una razón para suspender las operaciones".

Gazprom advierte de la peligrosidad de reactivar el flujo

Este mismo lunes, Gazprom ha advertido de una amenaza de explosión o incendio en la única estación compresora en activo de Portovaya si se reanuda el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream.

Gazprom: "La explotación de esa unidad compresora sin subsanar los fallos detectados crea un riesgo de incendio o explosión"

"La explotación de esa unidad compresora sin subsanar los fallos detectados crea un riesgo de incendio o explosión, lo que repercute en la seguridad industrial de toda la estación", señala el comunicado de Gazprom en su canal de Telegram.

La nota subraya que las temperaturas en la superficie de un compresor de una turbina de gas por donde pasan las conexiones de los cables pueden alcanzar los 300 grados centígrados. Gazprom destaca que dicha fuga no se detectó durante los trabajos de inspección y servicio efectuados anteriormente por los especialistas de la compañía alemana Siemens.

Además, argumenta que la estación Portovaya es ahora "una instalación de producción peligrosa", por lo que su funcionamiento sin subsanar el fallo va en contra de la legislación vigente en Rusia.

Más allá de las disputas técnicas, para Europa la medida tomada por Rusia no es una sorpresa, sino un "pretexto falaz" y "otra confirmación de su falta de fiabilidad como proveedor", según dijo el portavoz de la Comisión Europea (CE), Eric Mamer.

La UE no se sorprende

"Lamentablemente, el movimiento de Gazprom no es una sorpresa. El uso del gas como arma no cambiará la determinación de la UE. Aceleraremos nuestro camino hacia la independencia energética", aseguró a su vez el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

El Ministerio de Economía alemán sostuvo por su parte que "en las últimas semanas ya hemos visto la poca fiabilidad de Rusia y hemos continuado de forma inquebrantable y consecuente con nuestras medidas para reforzar la independencia" de la energía rusa.

Los almacenes de gas de la UE han superado ya un nivel de llenado del 80%, el umbral que se había fijado el bloque para garantizarse cierto nivel de suministro en otoño e invierno

Los almacenes de gas de la UE han superado ya un nivel de llenado del 80%, el umbral que se había fijado el bloque para garantizarse cierto nivel de suministro en otoño e invierno, en especial si Rusia detiene totalmente sus entregas, como en efecto ha ocurrido.

El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, aseguró que la UE "está preparada" para la interrupción del gas ruso, pero que espera que Rusia respete sus contratos.

Debate sobre un tope al precio del crudo

La medida de Moscú se produjo pocas horas después de que el G7 reiterara su propósito de reunir los apoyos necesarios para imponer un tope al precio del crudo ruso y de que la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, propusiera hacer lo mismo con el gas de Rusia.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, apoyó la iniciativa del G-7, al tiempo que urgió a la CE y a Bruselas a que "de una vez por todas y sin justificación alguna" emprendan las reformas que lleva solicitando el Gobierno desde hace un año "para defender a la clase media y trabajadora y al tejido productivo".

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