Una reforma integral del sistema tributario argentino es propuesta por el think tank Fundar, en un trabajo recientemente publicado. La propuesta toca 26 de los 29 puntos del PBI que actualmente representa la recaudación tributaria y es neutral en términos fiscales. Fundar pondera que de ninguna forma debe desfinanciarse al fisco. Pero es importante mejorar aspectos como: el peso de los gravámenes sobre ingresos, ganancias y patrimonio versus los impuestos a la venta de bienes y servicios; la evasión y la elusión fiscal y los altos incentivos a la informalidad.

El trabajo realizado por los economistas Agustín Lódola, Cynthia Moskovits y Guido Zack (director del área de Economía en Fundar) tiene, entre sus objetivos, el de fortalecer los impuestos sobre los ingresos. En ese sentido, sugieren restablecer el Impuesto a las Ganancias sobre la categoría del salario –y, en línea con las discusiones recientes, llamarlo netamente ingreso- y unificarlo con los aportes personales en un solo tributo que sea progresivo y cuya recaudación se destine al sistema de seguridad social, fuente principal del déficit público. Para ello, proponen ampliar la base imponible y redefinir las escalas. Si los aportes patronales se realizan sobre el equivalente al 20 por ciento del salario mínimo, Fundar propone elevar la base a partir del 50 por ciento del salario mínimo.

Además, sugieren que dicha base funcione como un “crédito fiscal” para las demás personas activas. Cuando los ingresos declarados sean inferiores a ese mínimo, el impuesto se convertirá en un subsidio, que irá decreciendo a medida que los ingresos aumenten. Una vez que se alcance el 50 por ciento del salario mínimo, la persona empezará a tributar. De ese modo, sostienen los investigadores, se incentiva la formalización del empleo. Ese “subsidio” debería pagarlo Afip, según sugieren, pues es quien recauda el Impuesto a las Ganancias. De esta forma se contrapone a una de las principales falencias de la estructura impositiva nacional que es el incentivo a la informalidad.

Respecto del monotributo, plantean una reforma para que la transición hacia el régimen general sea menos disruptiva. Un cambio que viene siendo formulado hace años por especialistas. El monotributo tiene un amplio alcance, por eso proponen mantenerlo: abarca a unas 2,4 millones de personas mayormente en las categorías más bajas, según advierten los investigadores. Su idea es ampliar las categorías y aumentar las alícuotas para tornar más equitativa la carga con otros trabajadores, como autónomos o asalariados que con igualdad de ingresos, aportan mucho menos en términos impositivos. Para el caso de autónomos, Fundar propone que parte de lo tributado por IVA sea tomado como pago a cuenta de Ganancias, así mejorará la equidad.

En cuanto a los ingresos no laborales, para evitar la evasión y la elusión, expresan la idea de unificar la alícuota en 35 por ciento y establecer un impuesto mínimo calculado sobre las ventas o sobre el stock de activos. Esto último va en línea con los planteos pioneros de la comunidad internacional de la OECD respecto de gravar con un mínimo del 15 por ciento a la renta de las grandes empresas multinacionales. Por otro lado, Fundar propone aplicar un adicional sobre la renta de recursos naturales, principalmente para las ramas de los hidrocarburos y la minería.

Respecto de los impuestos al patrimonio, proponen eliminar la exención de los inmuebles rurales y reducir la que rige para vivienda propia en el pago de Bienes Personales. Además, para coordinar y armonizar entre jurisdicciones, plantean tomar como pago a cuenta lo ingresado a las provincias como impuesto inmobiliario y automotor. Siguiendo al reconocido economista Thomas Piketty, impulsan también la idea de gravar las herencias y donaciones.

Por último, respecto de los tributos sobre los bienes y servicios, puntualmente el IVA, argumentan que los tratamientos preferenciales no siempre son eficaces y, por el contrario, favorecen la evasión fiscal. En ese sentido, proponen una alícuota uniforme para el IVA y también agilizar las devoluciones para exportaciones y bienes de capital, que habitualmente registran demoras. Son críticos sobre el impuesto a los débitos y créditos, aunque reconocen que es ágil y representativa su recaudación y sugieren contabilizarlo a cuenta de otros impuestos.

Las retenciones a las exportaciones deberían eliminarse, según los investigadores de Fundar, porque atentan contra el ingreso de dólares al país. Pero esto debería darse en un contexto de mantener la presión tributaria, la pérdida recaudatoria se podría cubrir con los recargos en el impuesto a la renta.

En términos generales la propuesta de Fundar implica una pérdida fiscal por retenciones a las exportaciones, impuestos a los débitos y créditos e ingresos brutos, y otras pérdidas para las provincias vinculadas a la unificación de Ganancias y los aportes a la seguridad social, que se afectará a la seguridad social. Esas pérdidas son compensadas son compensadas por aumentos de recaudación en otros tributos (bienes personales, renta de recursos naturales, ganancias, monotributo, contribuciones patronales) de modo que la reforma resulta neutral en términos de recaudación.